Mitos y Realidades sobre la Inteligencia Artificial en Educación

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en uno de los temas más comentados en educación. Su llegada genera expectativas, pero también dudas y temores.

Mito 1: “La IA reemplazará a los docentes.”

La IA no sustituye la función pedagógica, emocional y social que cumple un docente. Puede automatizar tareas administrativas y generar materiales, pero el rol humano como mediador, referente y mentor es insustituible.

Mito 2: “Los alumnos aprenderán mejor si usan solo IA.”

La IA es un apoyo, no un reemplazo de estrategias didácticas. El aprendizaje profundo ocurre en la interacción, el debate y la práctica guiada por el docente. La IA complementa, no sustituye.

Mito 3: “Todo lo que genera la IA es correcto y confiable.”

La IA puede cometer errores y sesgos. Puede inventar información o reproducir prejuicios presentes en los datos. Es clave enseñar alfabetización digital crítica, verificando fuentes y contrastando la información.

Mito 4: “La IA despersonaliza la enseñanza.”

Bien utilizada, la IA puede personalizar la experiencia de aprendizaje. Plataformas con algoritmos adaptativos ajustan ritmo y nivel según el progreso de cada estudiante, permitiendo un acompañamiento diferenciado.

Mito 5: “El uso de IA en educación es demasiado complejo y solo para expertos.”

Existen aplicaciones accesibles y fáciles de usar, como Socratic, Duolingo, ChatGPT o Canva IA. Los docentes no necesitan ser programadores; lo importante es tener objetivos pedagógicos claros y explorar cómo la IA facilita la práctica docente.